Érase una vez un sapo que quería ir a ver el mar y quedarse allí para vivir. Estuvo varias semanas andando día y noche, le llovió, pasó frío, sorteó un sinfín de barrancos, carreteras, y autovías… hasta que al fin llegó. Todo iba bien, hasta que apareció una familia con dos críos, varías cámaras de fotos, y mojados hasta las rodillas, y muy a su pesar, lo volvieron a llevar a su casa.
El sapo común está extendido por toda Europa y Asia. Mide unos 12 cm, pero en el sur llega hasta los 20 cm.
Es un animal nocturno, se alimenta de insectos, caracoles y gusanos y excepcionalmente también de pequeños anfibios. Pasa el invierno en agujeros secos en tierra.
Playa de Campoamor(Alicante). 19 de Noviembre de 2011.
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